Las islas Galápagos pasaron a la historia como la inspiración del naturalista Charles Darwin, y de ahí a ser consideradas la región endémica por excelencia del planeta. El clima de Galápagos, aunque tiende a ser estable durante el año, presenta variaciones a considerar de acuerdo con lo que el viajero espera ver en su visita al archipiélago.
Las islas encantadas del Pacífico
Localizadas a 792 kilómetros de la costa de Ecuador, en América del Sur, el archipiélago de las islas Galápagos tiene un origen volcánico, actividad que continúa hasta nuestros días. Está conformado por trece islas mayores de más de 10 km², seis islas medianas de entre 1 y 10 km², 215 pequeños islotes, además de numerosas formaciones rocosas de unos pocos metros cuadrados. El número de islotes y formaciones varía, dada la actividad volcánica en la zona, la cual crea y destruye pequeñas islas de manera constante.
Coincidentemente, el archipiélago se localiza sobre la línea del ecuador, de modo que el visitante puede pasar en un traslado entre las islas e islotes del hemisferio norte al hemisferio sur o viceversa.
Para visitar las islas Galápagos
Los expertos están de acuerdo en algo: todo el año es un buen momento para visitar las islas Galápagos. Los constantes movimientos climáticos y ciclos naturales de la fauna terrestre y marina tienen algo que ofrecer al visitante, según la época del año.
Sin embargo, los expertos viajeros sí enfatizan una temporada poco favorable para visitar las islas Galápagos, y esta ocurre durante los meses de julio y agosto. La causa es el incremento del turismo europeo y norteamericano, el marcado encarecimiento de productos y servicios y la saturación consecuente de transportación y hospedaje.
Han mencionado además que una de las especies endémicas más interesantes, la tortuga gigante de las Galápagos, en este tiempo desciende a las tierras costeras bajar para desovar, por lo que su vista es restringida para su protección.
Por cierto, al ser un archipiélago de islas de origen volcánico de creación relativamente reciente, es importante considerar que los paisajes Galápagos no son los de una isla paradisiaca de exuberante vegetación tropical, como su ubicación geográfica podría sugerir. Los paisajes tienden a ser bastante agrestes y de vegetación de baja y mediana altura, lo cual es de hecho el atractivo de las islas, además de su fauna y flora endémicas.
Ecuador se caracteriza por su clima imprevisible, dada su localización y la variedad orográfica que presenta. Sin embargo, las islas Galápagos presentan un territorio más uniforme y alejado de la injerencia de los fenómenos climáticos continentales.
Clima de junio a diciembre
El clima en las islas Galápagos está determinado preponderantemente por las presencia de corrientes oceánicas. De junio a diciembre, la corriente de Humboldt llega del sur y con sus bajas temperaturas crea una inversión térmica que atrapa una fría y húmeda niebla llamada garúa cerca del océano, lo cual genera un clima frío y seco en esta época del año.
Descubierta por el científico Alexander Von Humboldt, y descrita por primera vez en su obra «Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente» en 1807, la corriente de Humboldt es una corriente de aguas frías proveniente del Océano Glacial Antártico, y que recorre el litoral de américa del sur, principalmente pasando por Chile y Perú. La anomalía térmica descrita por Humboldt consiste en una temperatura del agua inusualmente baja para las regiones de latitudes tropicales y subtropicales de América del Sur.
Esta corriente provoca fenómenos meteorológicos a lo largo del litoral sudamericano, pero también provee de grandes cantidades de plancton, lo que favorece la fauna marina del mismo litoral, incluyendo por supuesto las especies endémicas de las islas Galápagos.
En los meses de mayo y junio da inicio la llamada temporada de Garúa, estación seca y fría que se prolonga hasta diciembre. La temperatura en el aire y en el agua descienden significativamente.
Durante julio y agosto la fuerza de los vientos se incrementa, el oleaje presenta actividad más intensa, mientras la temperatura presenta promedios de aproximadamente 22 º C. Ya en agosto la temperatura del mar desciende a los 21 ° C, y el aire a los 19 º C.
Durante los meses de septiembre y octubre se presentan con mayor intensidad las fuertes corrientes de Humboldt. La interacción de las frías aguas de la corriente con la vida marina y las grandes cantidades de plancton favorecen la subsistencia de la vida marina del archipiélago.
En esta época, las zonas altas de las islas más grandes mantienen su vegetación verde y exuberante, mientras que al nivel del mar se presenta muy poca precipitación pluvial. A esta etapa se le denomina «estación seca» y es bien conocida por sus despejados cielos azules y lloviznas ocasionales al mediodía.
Durante esta temporada el visitante puede observar una gran variedad de especies de tierra, montaña y mar, tales como las famosas tortugas gigantes de las Galápagos, cormoranes, ostreros, halcones de Galápagos, gaviotas de cola bifurcada, piqueros de patas azules, piqueros enmascarados, garzas de lava, noddies marrón, lagartijas de lava, ballenas jorobadas, lobos marinos, pingüinos de las Galápagos, entre muchas otras. Es en esta época cuando se da la práctica del buceo de superficie y de profundidad.
Es la época ideal para el avistamiento de los grandes mamíferos marinos, principalmente delfines y ballenas jorobadas, quienes hacen escala en las Galápagos en su ruta migratoria hacia el norte. La temporada de nacimiento de lobos marinos, por su parte, tiene lugar durante el mes de agosto,y septiembre es ,la temporada ideal para apreciar a los únicos pingüinos de las Galápagos.




*Fuente: https://www.climatestotravel.com/climate/galapagos
Clima de diciembre a junio
En contraste, hacia el mes de diciembre, los llamados vientos alisios se retiran, así como las corrientes frías, permitiendo la entrada al archipiélago de la corriente de Panamá , que lleva agua caliente procedente del norte, generando un patrón de clima tropical con mañanas cálidas y soleadas, con nubosidad y aguaceros ocasionales por las tardes.
En el mes de diciembre comienza la temporada cálida, dado el incremento en la temperatura del agua y del aire. Este aumento de la temperatura propicia a su vez el aumento en la concentración de humedad en el aire, marcando el inicio hacia fin de mes de la temporada de lluvias.
En enero inicia la temporada de lluvias estacionales, la cual se prolonga hasta mayo. Hacia marzo, la visibilidad en el agua mejora, permitiendo la práctica del buceo de superficie y de profundidad.
En febrero la temperatura del agua puede alcanzar los de 26 º C, en medio de un clima cálido y soleado, alternando con lluvias intermitentes de densidad media y baja.
La temporada de lluvias alcanza su punto máximo hacia el mes de marzo, con un incremento significativo de las temperaturas del agua y el aire, donde alcanza con facilidad los 31 º C.
Conocida como la temporada «caliente», en esta el clima de Galápagos es más tropical, presentan cielos nublados y precipitaciones diarias. La temperatura del mar es más cálida y propicia para nadar. Se pueden observar iguanas y tortugas marinas, iguanas terrestres, flamencos, patos golondrinos de mejillas blancas, piqueros enmascarados, piqueros de patas azules, albatros y muchas otras especies.
Es la mejor época del año para el avistamiento de aves en etapas tales como el cortejo de los albatros en Isla Española el mes de abril, y el cortejo de los piqueros de patas azules en Seymour Norte durante mayo. Las tortugas gigantes de las Galápagos se pueden apreciar en libertad en las regiones altas de Santa Cruz e Isla Isabela.
Esta variedad de condiciones climatológicas favorece a su vez el surgimiento de microclimas, esto es, ecosistemas únicos bien delimitados, con presencia de especies de flora y fauna muy particulares ya sea en ciertas áreas de las islas, o en islotes aislados. El estudio y la preservación de estos microclimas obliga a establecer normas de protección aún más estrictas, dado el delicado equilibrio de estos ecosistemas.
El niño y la niña
«El niño» y «La niña», fenómenos meteorológicos llamados también «oscilación del sur» o ENSO, tienden a incidir de manera extrema en el clima de las Islas Galápagos, así como en el territorio continental de Ecuador. Durante la presencia del fenómeno de «el niño»«, las corrientes oceánicas y el aire elevan su temperatura, provocando un significativo aumento de humedad en el aire y las consecuentes y copiosas precipitaciones.
Este fenómeno desestabiliza los ecosistemas del archipiélago, provocando hambrunas en muchas de las especies endémicas por la falta de nutrientes estacionales. Por otro lado, el fenómeno de «la niña» provoca el efecto contrario: un descenso significativo en las temperaturas del océano, provocando severas inundaciones en el Ecuador continental.
Ya sea en estación seca o en estación caliente, el extraordinario escenario de las islas Galápagos está a la espera de su visita. Y ahora puede elegir la mejor época del año para disfrutar las bellezas del archipiélago.
El cambio climático en el mundo también afecta Galápagos. Lee más sobre el cambio climático como amenaza para las islas.
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