¿Cómo se formaron las islas Galápagos?

Las islas Galápagos tienen una amplia historia. Hace aproximadamente 4 a 5 millones de años, las cimas de varios volcanes provocaron la ruptura de la superficie del océano Pacífico, y dieron lugar al archipiélago de Galápagos a unos 1000 kilómetros de la costa del Ecuador. ¿Cómo se formaron las islas Galápagos?

El origen de Galápagos

Los movimientos tectónicos fueron los principales responsables de la creación de las islas Galápagos hace unos 4 o 5 millones de años. Cuando una placa tectónica se desplaza hacia una zona del manto terrestre que está especialmente caliente, se forma lo que se denomina punto caliente. Estas zonas acostumbran a ser relativamente estacionales y, por esta razón, provocan que suba una gran cantidad de magma que acaba perforando la placa tectónica. 

Esto es lo que ocurrió con las Galápagos. Después de el magma subiera, se formaron depósitos de roca fundida que se acabaron transformando en una superficie sólida. Cordilleras de materia volcánica se fueron formando hasta convertirse en la superficie de las islas. Se estima que el punto caliente de Galápagos cuenta con un diámetro de hasta 150 kilómetros y se encuentra en su parte más occidental. Todas las islas están situadas al norte de la placa de Nazca, que se desplaza unos cinco centímetros al este y sudeste durante cada año. A pesar de este desplazamiento, el punto caliente no cambia de lugar.

Sin embargo, siguen surgiendo diversas formaciones que se van alejando de este punto y van permitiendo la creación de un mayor número de volcanes e islas. Por este motivo, se puede deducir que todas las que se encuentran más alejadas del punto caliente son las más antiguas. En cambio, las más próximas son las que se han formado más recientemente. Por ejemplo, el proceso de formación de San Cristóbal se inició hace más de 4 millones de años. Por su parte, la isla de Fernandina tiene menos de 700 000; esta cuenta con uno de los volcanes más activos a nivel mundial.

Volcán Chico, Sierra Negra, Isabela.
Paisaje volcánico: Volcán Chico, Sierra Negra, Isabela.

Con la placa de Nazca pasa algo curioso. Al desplazarse hacia el este, colisiona con la placa Sudamericana. Esta es de tipo continental, mientras que la de Nazca es oceánica, lo que causa que se meta por debajo de la otra. Al ocurrir este fenómeno, la placa se introduce en el interior del manto, empieza a derretirse y llega a la superficie. Este proceso culmina con la formación de un volcán. La propia placa de Nazca limita en el norte con la placa de Cocos, en el oeste con la placa del Pacífico y, también al sur, con la Antártica. 

El proceso de formación de las islas

El origen de Galápagos dio paso al proceso en el que se formaron las diferentes islas. En líneas generales, solo se requirió un volcán para completar el proceso de formación de cada una de las islas. La única excepción fue la isla de Isabela, que necesitó muchos más volcanes.

Los volcanes al inicio formaron islas de rocas y lava. Además, los colosos expulsaron vapor de agua que al estar en interacción con la atmosfera causaron lluvias y humedad. Después de algunos millones de años la lava comenzó a erosionarse a causa de la lluvia y las condiciones atmosféricas y formaron suelos. El viento y las corrientes marinas llevaron hasta Galápagos musgos, helechos, semillas y también insectos. Luego arribaron las primeras aves. Otros animales como tortugas o iguanas llegaron a las islas a través de las corrientes marinas.

Cactus de Lava.
Cactus de lava en la isla Fernandina. Crece en terrenos de flujo de lava.

En el archipiélago pueden encontrarse dos tipos de volcanes. Por un lado, el denominado volcán en escudo. Tiene poca pendiente y su lava es muy viscosa, es decir, tiene una apariencia mucho más líquida. Por otro, lo que se conoce como volcán de cono compuesto. En este caso, tiene diferentes capas de lava, así como ceniza.

En los últimos dos siglos, las Galápagos han vivido múltiples erupciones. Esto indica que los volcanes aún siguen su actividad y, en consecuencia, se están formando nuevas islas. La última erupción se produjo en la isla Fernandina en enero de 2020. Por esta razón, es frecuente ver columnas de vapor tanto en la isla de Isabela como la de Fernandina. Uno de los materiales principales que fue el responsable de la creación de las diferentes islas es el basalto, un tipo de roca creada a partir de la lava basáltica. Esta clase de material es uno de los más líquidos y procede, en la mayoría de los casos, de la denominada corteza oceánica. Esto le permite llegar más lejos y crear los volcanes en escudo.

En la cima de muchos de los volcanes de Galápagos se puede encontrar una caldera. En esta depresión es donde se formó inicialmente el cráter del propio volcán. No se expulsó lava hacia el centro del volcán, se alejó del punto caliente y creó la enorme cavidad actual en el interior. En la isla Isabela se puede ver la caldera de mayor tamaño -Sierra Negra-, que mide 9,3 x 7,4 kilómetros.

¿Cuándo fue el descubrimiento oficial de Galápagos?

El descubrimiento oficial de las islas Galápagos se produjo en el año 1535 por Fray Tomás de Berlanga, el arzobispo de Panamá. Fue el encargado de viajar a Perú, a petición del rey Carlos V de España para realizar un reporte de las actividades del Virreinato. Sin embargo, durante el viaje desde Panamá, las fuertes corrientes arrastraron a las embarcaciones mar adentro. 

Cuando los vientos se apaciguaron, la expedición descubrió por casualidad un conjunto de islas el 10 de marzo de 1535. Decidieron desembarcar con el objetivo de encontrar agua, la que tuvieron que obtener de los nopales. Finalmente, pudieron conseguirla en una segunda isla. La primera impresión de los españoles no fue positiva. El propio Berlanga consideró el archipiélago feo y árido en su opinión. De hecho, expresó que Dios había sido el responsable de hacer llover piedras y era imposible plantar una sola hierba. Sin embargo, se dieron cuenta de la extensa fauna que escondía Galápagos. Prestaron especial atención a las aves y a las tortugas marinas e iguanas.

Pocos años después, el capitán Diego de Rivadeneira fue el encargado de visitar el archipiélago. Lo hizo después de su derrota en Perú y calificó el archipiélago como las Islas Encantadas. La justificación de este nombre se encuentra en todas las corrientes que impedían navegar con comodidad alrededor de ellas.

La fuerte niebla que había en el ambiente provocó el erróneo pensamiento de que las islas estaban a flote alrededor del océano. En 1570, estas islas fueron incluidas en el primer atlas mundial bajo la denominación de «Insulae de los de Galápagos». El encargado fue Abraham Ortelius, un cartógrafo al que la forma de los caparazones de las tortugas le recordaba a las sillas para montar a caballo. De hecho, el nombre de Galápagos viene de la palabra española silla de montar.

Este nombre ha perdurado a lo largo de los años, incluso después de que las islas fueran nombradas Archipiélagos del Ecuador en 1832. Tres años después, se produciría la visita de Charles Darwin, que catalogó a las islas como las hogueras del infierno debido a su fuerte calor.

Especies únicas de Galápagos

Su origen y su ubicación en el océano Pacífico son las razones por las que hay muchas especies endémicas en Galápagos. Al archipiélago llegan cinco grandes corrientes marinas desde diferentes direcciones.

Por ejemplo, La contracorriente ecuatorial (corriente de Cromwell) se encuentra a 100 metros de profundidad, justo por debajo de toda la superficie marina, y fluye de este a oeste a un metro por segundo. Todos estos condicionantes han creado un ecosistema único en el que se han dado las condiciones necesarias para que pueda convivir toda la fauna.

Cuando las corrientes impactan con las islas más occidentales, el agua más fría llega a la superficie y permite que los microorganismos entren en contacto con el sol para iniciar el proceso de fotosíntesis. Estos son los nutrientes que facilitan la supervivencia de todas las especies marinas endémicas de Galápagos.

Al oeste del archipiélago es donde se registran las temperaturas más frías, que facilitan el hábitat ideal para todos los pingüinos que habitan en esta región, especialmente en las islas de Isabela y Fernandina.

Se cree que las diferentes islas al inicio eran unidas. Pero por los movimientos tectónicos se separaron. Así también fueron separados diferentes especies de animales. Por eso hoy en día podemos encontrar por ejemplo diferentes especies de tortugas gigantes o pinzones de Darwin en las islas.

Los expertos afirman que el choque inicial de las diferentes corrientes marinas con el archipiélago provocó esta explosión biológica que se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos actualmente. Para llegar a esa conclusión, crearon dos hipótesis independientes. En una, llevaron a cabo el proceso de reconstrucción del tamaño de las islas millones de años atrás. Posteriormente, llevaron a cabo una simulación de las corrientes y temperaturas que se produjeron en los océanos más próximos.

La formación actual de las islas también estaría afectada por los continuos cambios del nivel del mar que habrían provocado su separación.

Incluso, en 2015, la erupción del volcán Wolf puso en peligro de extinción a la especie de las iguanas rosadas. Pero la presencia de los humanos en las islas también es causa de los cambios biológicos que se han producido, con la introducción de otros animales como las hormigas de fuego o cabras que han perjudicado a algunas de las especies endémicas que viven en el archipiélago.

Conocer cómo se formaron las islas Galápagos permite entender y apreciar toda la belleza del archipiélago.

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