- Narborough en inglés.
- Tercer isla más grande, superficie de 642 km2.
- 0 habitantes.
- 1494 m punto más alto: La Cumbre.
- Mas reciente isla y isla mas occidental de Galápagos.
- Animales: Pingüinos, lobos marinos, cormoranes, pelícanos, iguanas marinas, iguanas terrestres.
- Lugares de interés: Punta Espinosa.
- Actividades: caminatas, paseos en bote, observación de aves, buceo/snorkel.
La isla Fernandina, que es parte del Ecuador Insular, se encuentra ubicada en el noreste del archipiélago de Galápagos, en el océano Pacífico. Está separada de la isla Isabela por el estrecho de Bolívar. Cuenta con una superficie de 642 kilómetros cuadrados, por lo que es la tercera más grande de las islas que conforman el archipiélago, solo detrás de las islas Isabela y Santa Cruz.
En edad, es la más pequeña de todas, y fue la última en formarse a causa de una erupción volcánica hace casi un millón de años. De hecho, la isla es una capa del mismo volcán, con una altura de 1.494 metros. Cuenta con uno de los volcanes más activos del mundo y debe su nombre al rey Fernando de España por haber patrocinado los viajes de Cristóbal Colón.
Al ser la capa del mismo volcán, cuyo nombre es La Cumbre, cuenta con una caldera que colapsó durante una erupción en el año de 1968, cayendo pedazos de esta desde una altura de 350 metros, reduciéndose a 330 metros de altura en solo un par de semanas.
Actualmente, esta caldera tiene un ancho 6.5 kilómetros y, en una pequeña porción de ella, existe un lago intermitente.
Actividad del volcán La Cumbre
La Cumbre es un volcán en escudo. Es entonces «un volcán de grandes dimensiones que está formado a partir de las capas de sucesivas erupciones basálticas fluidas, por este motivo tienen una pendiente suave» (Wikipedia).
La actividad del volcán y los flujos de lava convierten la isla en un tesoro geológico que los turistas, con la debida guía y protección, pueden apreciar.
Tiene una alta actividad volcánica, las cuales ocurren en cortos espacios de tiempo, lo que causa que su paisaje sea cambiante y que los turistas solo puedan acceder a las faldas del cráter, por cuestiones de seguridad. Su ambiente es gris y de poca vida silvestre, el clima va de seco a muy seco, no tiene habitantes humanos, pero, aun así, quienes la visitan describen su corta permanencia, como haber llegado al fin del mundo.
El 14 de febrero de 1825, el capitán Benjamín Morrel registró una de las más violentas erupciones de este volcán, mientras sus barcos se encontraban anclados en una bahía cercana, a salvo, por lo que se pudo mantener este registro. Según sus escritos, la que llegó al mar subió la temperatura del ambiente a 50 °C y la del agua a 40 °C.
La isla también tiene el nombre de isla Narborough, en honor a Sir John Narborough, contraalmirante de la Marina Británica que fue encomendado por la corona para realizar la cartografía hidrográfica de los mares del sur de América, además de reconocer las costas y corrientes de esta parte del mundo que aún resultaba desconocida para el viejo mundo.
Por otro lado, lo enviaron a establecer relaciones comerciales con los habitantes. Su trabajo cartográfico fue utilizado durante dos siglos, por los navegantes que se aventuraban a esta zona.
Las erupciones registradas en la actualidad, incluyen una de mayo del año 2005, cuando una cantidad considerable de lava salió por una fisura lateral del cráter, arrojándola al mar con dirección sur de la isla. Asimismo, en abril de 2009, tuvo lugar otra erupción que formó una nube de ceniza y vapor con material piro plástico y lava que llegó al mar.
Recientes erupciones tuvieron lugar en septiembre de 2017 y, en junio de 2018, cuando se creó una gran columna de ceniza y vapor, la lava tomó dirección hacia el mar y, por haberse producido una serie de temblores previos, los cuidadores del parque debieron hacer una evaluación de la zona. La isla Fernandina es conocida como una zona prístina, que quiere decir que no cuenta con especies introducidas a su entorno. El última erupción fue en enero de 2020.
Respecto a la actividad volcánica y las consecuencias para el entorno de la isla, las autoridades ambientalistas han decidido no intervenir en la rutina de las especies, ya que por siglos estas han sobrevivido y se han adaptado a las constantes erupciones, por lo que hacer cambios resultaría en un daño al ecosistema. Esta es la única isla que conserva intacta la flora y fauna nativa.
Punta Espinosa
Al noreste de la isla Fernandina, se encuentra Punta Espinosa, que es una formación volcánica a manera de saliente que también se compone de arena y es ideal para caminatas que terminan en los bordes de flujos de lava. Por este motivo es común que se lleve a los turistas a esta zona de la isla. Incluso, uno de los caminos en el interior, es el campo de lava llamado Pahoehoe, que termina en un muro de lava a manera de cascada.
Está atravesada por un canal y su paisaje es rocoso y árido. Es el lugar predilecto de las iguanas marinas y también del cormorán no volador. En cuanto a flora, se encuentra el cactus de lava, llamado así porque nace en lava joven y sobrevive con escasa cantidad de agua.

También se puede encontrar el árbol de Palo Santo, aunque pase seco la mayor parte del año y reviva en cada estación húmeda. Los manglares son otra especie típica de esta zona.
Se presume que la Punta Espinosa nació como consecuencia de la erupción registrada por Benjamín Morrell, y tiene la particularidad de ser un punto que se eleva y se reduce, según la actividad geológica del lugar. La elevación más notoria la tuvo en 1975 cuando llegó a los cuarenta centímetros, dejando al descubierto corales y manglares rojos.
Fauna en isla Fernandina
La mayor parte de su fauna se compone de animales marinos y acuáticos. A continuación, haremos una breve lista de estos animales. Empezamos con el halcón de Galápagos o también conocido como gavilán de Galápagos, el cual es una especie endémica que lleva trescientos mil años habitando la isla. No les teme a los humanos, puede ser territorial y autoritario, y es un ave de rapiña.
El pingüino de Galápagos es otra especie endémica que sobrevive gracias a la corriente fría de Humboldt que pasa por la isla. Tienden a cazar en el día y nadar en las corrientes más profundas. Representan el mayor atractivo de la isla.
La iguana Marina de esta isla es la única que tiene la capacidad de vivir y alimentarse en el mar, cosa que no sucede con el resto de lagartos modernos. Además, solo los de Fernandina son de color ladrillo rojizo y verde mate y, en cuanto a tamaño, aquí se encuentran las más grandes. Se alimentan de algas marinas.

Localizados en la parte oriental, nos encontramos con los lobos marinos, que gustan de frecuentar las zonas más rocosas y solo las abandonan para buscar alimento. Son una especie endémica que tiene un promedio de vida de veinte años, tiempo en el que no abandonan su zona de seguridad. Se alimentan de peces pequeños y moluscos.

Conformando una colonia de aproximadamente 1.500 individuos en Fernandina, nos encontramos con el cormorán no volador. Es el único de esta especie que perdió su capacidad de volar, pero se convirtió en un excelente nadador.
Este fenómeno se debe a que la isla no tienen depredadores que los amenacen, por lo que ha sido fácil alimentarse y permanecer en tierra o en el agua. Las orillas rocosas volcánicas son su ambiente ideal. Actualmente son parte de un proceso de conservación.
Una especie abundante en la isla es el cangrejo Zayapa, que se lo suele encontrar siempre cerca de las iguanas marinas, y son importante para el ecosistema de esta zona. Cuando nacen son grises y en su vida adulta toman un color de marrón a rojizo, y azul en su parte inferior. Se alimentan principalmente de algas y los restos que dejan otros animales, que llegan traídos por la corriente.
Una especie rara, no solo en la isla, sino alrededor del mundo, es la gaviota de lava, de la que solo se tiene registro de 400 parejas. Sus colores van desde el negro en cabeza y alas, gris oscuro en su cuerpo, hasta gris pálido en el vientre. Se alimentan de peces y crustáceos pequeños o de lo que roban en los nidos de otros animales.
Y para terminar, otra especie de ave de la zona es la garza de lava, que tiene un color gris que la ayuda a confundirse con la lava seca de los alrededores. Su zona predilecta es la de los manglares y, a pesar de ser muy territoriales, no temen a la compañía humana. Se alimentan de crustáceos pequeños, es común verlas encorvadas y su llamado de alerta es realmente fuerte.
Aunque a simple vista la isla Fernandina parece ser una zona gris, la verdad es que cuenta con una interesante diversidad en sus especies, tanto animal como vegetal, y cuenta con un espectáculo geológico muy atractivo. Se puede acceder caminando entre las rocas hasta llegar al camino de arena, o en bote hasta el muelle, pero solo en temporada de marea alta, para así evitar las rocas que quedaron al descubierto en el levantamiento del año 1975.
Ver Fernandina en el mapa de Galápagos.
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